Libro de actas de la Escuela del Niño Jesús de Praga


En la fotografía el estandarte del Niño Jesús que se empleaba en los actos oficiales de la Escuela.

Cuenta Catalina Mir que buena parte de la documentación de la Escuela se perdió en la guerra civil, Ella pudo conservar las Escrituras de Constitución y los Estatutos en su casa de Madrid. Al iniciar el nuevo libro de Actas, recoge en unas páginas sus recuerdos, que sintetizo en unas líneas.

1. Se constituyó la Fundación en escritura pública, como Benéfico-Docente, el 23 de junio de 1921. Pero de hecho ya funcionaba desde el 25 de marzo de 1919. El libro recoge las Actas desde 17/10/1939 al 23/03/1960, pocos meses antes del fallecimiento de Catalina.

2. El motivo de la creación fue el interés despertado por los niños de las familias vecinas, al ver a sus niños desprovistos de enseñanza religiosa y de toda clase de ilustración. Por aquella época -dice- me parece que no había en la ciudad escuelas nocturnas de carácter religioso. Como la miseria era muy grande, los padres se veían obligados a emplear a sus hijos, desde los seis o siete años, para cooperar en el sustento familiar. Además, su escasa formación nos les permitía valorar la importancia de una escolarización.

3. El éxito inicial fue grande, pues los muchachos (de edades comprendidas entre 7 y 20 años) admitidos recibían un trato, al que desgraciadamente no estaban acostumbrados. Se generó tal expectativa que fue imposible admitir a todos los candidatos.

4. La Escuela vio la luz en una cochera de la calle Ancha. De allí nos trasladamos  a unas aulas de la planta baja del Seminario viejo, donde en vista del auge creciente se ampliaron las clases, llegando a tener seis maestros, uno de música y otro de dibujo.

5. Fue tomando cuerpo y se empezaron a entregar medallas y premios a los mejores alumnos, se formó un coro que actuaba en las veladas festivas, se preparó a los chicos para que se acercaran a los sacramentos, etc. En las Veladas -celebradas en locales de la Diputación- actuaban los propios chicos y se invitaba a las autoridades locales, padres y amigos de las Damas de la Junta. Tuvieron gran relieve las funciones religiosas: Novenas, Triduos, etc. El sentido religioso de Catalina era muy profundo y procuraba que calase en la formación que se daba en la Escuela. E incluso recogió en los Estatutos alguna de estas actividades.

6. La Escuela se ha sostenido desde el origen con cuotas y ayudas de amigos y conocidos. Vimos pronto la necesidad de disponer de un local propio y trabajamos incansablemente hasta conseguirlo. También hicimos intentos de generar ingresos por otras vías. Por ejemplo rifamos un mantón de Manila, y nos costó muchísimos vender los cuatro mil boletos.  También iniciamos en el Teatro Cervantes la proyección de películas precedida por actuaciones de danza, baile o canto, de artistas de prestigio. Con mucho sacrificio conseguimos el dinero para comprar el local definitivo en la calle Ejido de la Alcantarilla y la necesaria reforma. Más tarde se le agregaría el contiguo de la calle Julio Ángel. El resultado fue espectacular porque la Escuela tenía capacidad para 120 alumnos, además de los de Música y Dibujo. También el Ministerio de Instrucción Pública nos subvencionó con 2.000 pesetas.

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